El corazón del Mercado de los Granjeros late en su gran carpa gastronómica, un espacio pensado para disfrutar con los cinco sentidos.

Aquí se celebran talleres, catas y demostraciones culinarias que convierten cada producto en una experiencia única.

Solo 36 personas podrán sentarse en mesa para vivir la degustación completa: probar, oler, tocar y descubrir de cerca cada preparación. Pero nadie se queda fuera: el resto de asistentes podrá observar cómodamente todo lo que ocurre, seguir las explicaciones en directo y dejarse contagiar por el ambiente.

Un lugar donde aprender, disfrutar y compartir se dan la mano.

Porque en el Mercado de los Granjeros, la cocina no se mira: se vive.